La cerámica es un material muy duradero y resistente.
Bonitos, duraderos y ecológicos
Los suelos cerámicos son una buena solución para cualquier tipo de casa. En contra de lo que la gente cree, no son fríos, y admiten estupendamente la calefacción por suelo radiante. De hecho, en casas con este tipo de suelo, esta es la mejor solución, ya que este material conduce muy bien el calor.
La cerámica es un material muy duradero y resistente. No requiere tantos cuidados como la madera y es muy fácil de limpiar. Es un tipo de suelo ideal para zonas que tienen mucho paso o son muy frecuentadas. Por supuesto, si tienes mascotas es el mejor tipo de pavimento.
Entre las ventajas de este suelo está que repele la humedad y por ello cualquier cosa que le caiga se recoge muy fácilmente sin que deje huella. Resulta muy fácil de desinfectar y, además, es mucho más higiénico que otros materiales, ya que no favorece el crecimiento de bacterias.
Otra importante ventaja es que es un pavimento que no necesita tratamiento. Al contrario que la madera u otros materiales. Esto evita tener que mantenerlo o cada cierto tiempo hacerle un tratamiento más agresivo como podría ser acuchillar.
Distintos acabados en suelos cerámicos
Si te gusta tanto la madera que no quieres prescindir de su estética, no hay ningún problema. El suelo cerámico puede tener un acabado que parezca madera, pero sin la huella ecológica que supone talar los árboles necesarios para pavimentar toda una casa.
Para la instalación de estos suelos hay que tener en cuanta las dimensiones de las losetas, ya que cada vez se fabrican más grandes. Esto puede ser un problema a la hora de instalarlas, ya que su dureza dificulta el cortado en ángulos extraños. Pero una vez colocado tendrás en tu casa un suelo prácticamente eterno.
